Pocas carreras sobre el escenario tienen tanta riqueza como la que ha desarrollado Angélica Aragón. Primera actriz mexicana, con más de 50 años de trayectoria en nuestro país y en Estados Unidos, reconocida por sus papeles protagónicos en películas, telenovelas, series de plataformas y puestas en escena. Ha experimentado en diversos géneros y escenarios, pero el teatro siempre la llama, siempre es zona de desafío y reposo.O como ella lo califica mejor que nadie, el teatro es una “experiencia de encuentro” entre la audiencia y los artistas.Con su mirada viva y sonrisa amable extiende su definición durante una entrevista exclusiva con EL INFORMADOR. “El teatro es una experiencia directa, de encuentro entre el público y los actores. No en balde el teatro tiene miles de años dentro del quehacer humano y a mí me parece que es fundamental exponer a los niños al teatro. No hay como una función en vivo (cuando) todo lo hacemos ahora a través de cuestiones digitales”.Esa ansia de subir al escenario la lleva a privilegiar muchas veces las opciones teatrales por sobre otras plataformas artísticas. “En este momento que estoy en gira de teatro por México, Estados Unidos, vamos a ir a Centro y Sudamérica, veo la respuesta de público y es una respuesta sumamente emotiva, sumamente sincera, sumamente instintiva. Cuando se produce la risa, cuando se produce el llanto, cuando se produce la empatía hacia la problemática de un personaje, eso todo va moviendo las fibras emocionales verdaderas, tanto del espectador como del actor”, agregó. De acuerdo con cifras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), menos de 10 por ciento de la población en el país asiste a una función de teatro.Las tres veces ganadora del Premio Ariel por sus por sus actuaciones en las cintas “Novia que te vea”, “Cilantro y perejil” y “El crimen de Padre Amaro” lamentó el poco aforo que las puestas en escena tiene en el país.“Qué pena por el resto que no se expone a una experiencia de vida esencial. Entonces es como no haber probado un mango en la vida. Puede uno sobrevivir sin los mangos, absolutamente, pero qué rico probar un mango de manila, un mango petacón, un mango aunque sea de los de río”.Esa dulce reflexión la hace creer que “el teatro equivale a eso, a un manjar. Y el esfuerzo detrás de una presentación teatral es enorme y por parte de muchas gentes, entonces eso también se refleja en lo que el público recibe, una gran energía invertida en esa presentación”. Si la situación del teatro en México enfrenta dificultades, no está muy lejos la del cine que se hace en nuestro país.En una entrevista anterior, Angélica Aragón había señalado que “el cine es muy importante, no solamente como entretenimiento, sino que es un reflejo de la sociedad y del mundo. Gracias al cine, el espectador puede percatarse de todo tipo de circunstancias que enriquecen el espíritu humano, el cine es una gran escuela”.Al igual que con las puestas en escena, pedía más oportunidad para los nuevos talentos, aunque a ellos les solicitaba prepararse mejor para ofrecer al espectador una propuesta auténtica. Actualmente Aragón participa en la obra teatral “Las Leonas”, al lado de las actrices Victoria Ruffo, Mara Patricia Castañeda, Ana Patricia Rojo, la ex Miss Universo Lupita Jones y la comunicadora Paola Rojas.La puesta en escena es dirigida por Omar Suárez, la cual cuenta la historia de siete mujeres que buscan recuperar el control de su vida, buscando la independencia y la autosuficiencia.De momento, la obra se ha presentado en Irapuato, Cuernavaca, Tampico, la Ciudad de México, Tlaxcala, Durango, Guadalajara, entre muchas otras ciudades del país. Sin embargo, lamentó que la producción no invierte en publicidad, lo que hace que la gente no se entere de la puesta en escena.“Creo que sería mayor el impacto en el público si se enteraran que estamos en esa ciudad, porque además estamos dando una presentación, o dos en un solo día. Creo que es importante difundir la presentación en otros medios”. En teatro, Angélica Aragón ha brillado gracias a obras como “Poker de reinas” (1993), “Cartas de amor” (1994), “Kesho” (1996) y “La última palabra” (2016).En cine se le recuerda entre otros proyectos por “Un paseo por las nubes” (1995), “Crónica de un desayuno (1999) y “Polvo” (2019), bajo la dirección de Chema Yazpik.La televisión le ha dado una gran proyección, gracias a melodramas como “De frente al Sol” (1992), “Más allá del puente” (1993) y “Mirada de mujer” (1997), uno de los primeros éxitos de TV Azteca, que por cierto, tuvo su secuela en 2003: “Mirada de mujer, el regreso”. CT