Miércoles, 13 de Noviembre 2024
Suplementos | Decisión personal

La felicidad se construye día con día

Ser feliz depende del propio sujeto. Quien no es feliz suele echar la culpa de su infelicidad a otras personas

Por: EL INFORMADOR

Luis Manuel Guerra. Vida verde. El químico Guerra responde. México: Diana, 2010, 149pp.  /

Luis Manuel Guerra. Vida verde. El químico Guerra responde. México: Diana, 2010, 149pp. /

GUADALAJARA, JALISCO (17/AGO/2010).- “Si la felicidad ocurre en el interior del hombre y es –precisa Francisco Ugarte Corcuera--sobre todo ahí donde hay que trabajar para conseguirla, lo primero que esto significa es que ser feliz depende del propio sujeto. Quien no es feliz suele echar la culpa de su infelicidad a otras personas –el marido, la suegra, el socio en la empresa– o a circunstancias externas, como la situación económica, la enfermedad, la vejez, la problemática del país, etcétera. Y parecería que, para conquistar la felicidad, habría que resolver antes todas esas dificultades, lo cual en muchos casos lleva a concluir que la felicidad es una utopía y que lo más razonable es renunciar a ella.”

Cabe también la tentación de asumir una actitud escéptica y timorata, para no optar por la felicidad, sino tratar de mantenerse en una especie de estado neutro. “Hay una tendencia en muchas personas –dice Julián Marías-- a retraerse del horizonte de la felicidad, a no atreverse a intentar ser felices. Cuando esto es así, pueden encontrarse al final de la vida con que no han vivido, se entiende, desde sí mismos. Es lo que yo llamaría, si se permite la expresión, la tentación del Limbo”.

En un libro sin desperdicio, “El camino de la felicidad”, el autor propone que cuando se descubre que la felicidad depende de uno mismo, de la actitud interior con que se afronten los diversos sucesos y circunstancias de la vida, del sentido que se les dé y del modo como uno proyecte su propia existencia, el enfoque cambia radicalmente. Sin que dejen de existir y de influir esos factores externos, la persona se percata de que la solución está en ella misma –dentro de ella– y a partir de ese momento se inicia un proceso que podrá ofrecer la verdadera solución.

Habrá que tomar entonces una decisión, consistente en optar firmemente por la propia felicidad, e incluirá la determinación de emplear los medios necesarios –principalmente interiores– para conseguirla. Abraham Lincoln afirmaba con razón que “La mayoría de la gente es feliz en la medida en que decide serlo”.

De cada uno dependerá, por tanto, el sabor y el sentido que la realidad le ofrezca. Por eso Eduardo Nicol se preguntaba: “¿No será que las cosas devienen insípidas cuando nosotros carecemos de amor con qué avivarlas? El tedio de la vida, el fastidio, o sea el asco de que habla Sartre ¿no serán los de sus vidas propias: el tedio, el fastidio y el asco de esos existencialistas antiguos y contemporáneos?”. En cambio, John Powell ha revelado que, para no incurrir en el error de esperar que la felicidad le llegue de fuera, tomó una medida: “Yo tengo en el espejo, encima del lavabo, un mensaje para recordarme a mí mismo lo siguiente: ‘Estás viendo el rostro de la persona responsable de tu felicidad’. Y cada día estoy más convencido de que así es”.

“Este libro lo escribo con la intención de ayudar a todos los ciudadanos que deseen llevar una vida plena, satisfaciendo sus necesidades legítimas sin poner en riesgo los ecosistemas de los cuales depende la vida”, expresa el también conocido como “El químico Guerra”.

Tenemos que cambiar nuestros hábitos y costumbres, advierte, si es que se quiere garantizar un futuro, de ahí la intención del libro, con el cual el autor pretende contribuir, en forma amena, a cambiar esas actitudes, como consumir con responsabilidad y hacer las paces con la naturaleza.

“Estoy convencido de que la única manera en que cambiaremos los humanos es a través de entender las consecuencias de nuestros actos y de las oportunidades para disminuir nuestra huella ecológica”, indicó el especialista quien, para hacer el libro realizó una encuesta entre estudiantes de secundaria sobre sus inquietudes respecto al tema.

Así, en el volumen “El químico Guerra” responde a más de 450 preguntas realizadas por los estudiantes, las cuales agrupó en cuatro grandes temas medioambientales, que son: el agua, calentamiento global, reciclaje y bosques y contaminación

El hombre es la única especie de cuantas han existido desde que se inició la vida en la Tierra, que ha desarrollado la capacidad de alterar por sí misma los equilibrios planetarios.  Nunca antes en la historia del planeta, las características fisicoquímicas de los sistemas terrestres se habían alterado por las acciones de un ser vivo.

No obstante estos enormes retos se pueden resolver, siempre y cuando se cuente con la información que le permita al hombre encontrar con creatividad e innovación los nuevos caminos que tiene que recorrer para garantizar la armonía con la naturaleza.

Referencia
Francisco Ugarte Corcuera. El camino de la felicidad. México: Panorama, 2010, 104pp.
-Del resentimiento al perdón. Una puerta a la felicidad. México: Panorama, 2008, 84pp.
-¿Dónde está la felicidad? Revista Istmo No. 302, mayo 2009.

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