Famosas arriesgan su vida en nombre de la belleza

CIUDAD DE MÉXICO.- Tener un cuerpo escultural o un rostro joven y fresco ha llevado a figuras del mundo de la farándula a buscar en la cirugía estética una aliada incondicional. Sin embargo, los resultados no siempre son los óptimos y sus vidas han estado en peligro.

Lucha Villa, Lucila Mariscal, Verónica Castro, Lucía Méndez y Abelardo Ramírez Esquivel son algunos ejemplos dentro del ambiente nacional.

El caso de Lucha Villa es de los más sonados. La cantante y actriz estuvo a punto de morir tras una liposucción. Las complicaciones postoperatorias obligaron a que el 20 de agosto de 1997 fuera trasladada al Hospital Muguerza en estado de shock.

"La Grandota de Camargo" tuvo que ser atendida en el Centro Internacional de Restauración Neurológica en La Habana, Cuba, para recibir atención médica especializada. Su carrera de intérprete de rancheras se vio truncada.

En 1998 Lucila Mariscal padeció, como efecto de una lipoescultura, una fuerte infección que le hizo perder parte de un seno. La comediante entró en estado depresivo. Además, protagonizó un altercado con Anel, a quien culpó de enviarla con el médico que la operó.

Otro caso grave fue el de Abelardo Esquivel, vocalista del grupo musical Los Abelardos, quien en enero de 2005 sufrió una complicación pulmonar por la obstrucción en las vías respiratorias derivada de una lipoescultura. El cantante estuvo al borde de la muerte y permaneció en terapia intensiva en un hospital capitalino.

No pasó a mayores.

La actriz Verónica Castro en el año 2000 preparó una demanda contra un cirujano argentino que le practicó una liposucción. La protagonista de Rosa Salvaje argumentó que le "arruinaron" las piernas pues le quedaron unas "bolas".

Lucía Méndez también acusó a su médico de realizarle un "mal trabajo en la nariz". En respuesta el doctor afirmó que las malformaciones que presentaba se debían a las "adicciones" de la actriz y cantante.