El arte de producir sueños

CIUDAD DE MÉXICO (03/SEP/2012).- Morris Gilbert aún recuerda lo que le decían en su casa cuando dijo que quería hacer teatro: “Eso es un "hobby", ¿de qué vas a vivir?”, pero fue tal su convicción que desde muy joven se involucró en ese medio.

En su proceso se fue por lo más obvio, la actuación. “Ya estando en el escenario, conociendo el medio, me di cuenta que lo quería ser era productor y no actor, me llevó 10 años reconocerlo”.

A partir de ese momento comenzó un proceso de aprendizaje, por lo que estudió donde podía. “No quería que nadie me contara cómo era esto, yo lo quería conocer desde adentro, desde su raíz, lo que logré fue conocer a todo el medio y que todo el medio me conociera a mí, desde actores, directores, técnicos, en fin”.

En su preparación también incluyó viajar, con el objetivo de conocer a los productores más importantes del mundo. Un día logró conectar con el productor Cameron Mackintosh, cuando viajó a Nueva York para ver "Los Miserables" y quedó impresionado con lo que vio.

“Al día siguiente fui a las oficinas de Cameron, dije: ‘soy Morris Gilbert, productor de teatro en México, vengo a decirle que vamos a hacer juntos "Los Miserables"; se me quedó viendo como diciendo: este muchachito atrevido, pero me dijo: ‘sí, me parece muy bien, vamos hacerla’”, y dice que desde ese día hasta que se hizo realidad ese proyecto, pasaron 15 años.

También trató de relacionarse con la gente de teatro, sobre todo musical, que triunfaba en México, como Silvia Pinal, Julissa, José Luis Ibáñez y por supuesto Manolo Fábregas. “Todavía no dejo de reír, porque el día que conocí a Manolo Fábregas temblaba como la hoja de un árbol”.

Al pasar el tiempo y después de 20 años de hacer teatro de manera independiente, estuvo a punto de claudicar, sobre todo por haber fallado dos veces en llevar a escena su gran sueño, Los Miserables. “Ya estaba cansado, porque no iba a poder hacer los musicales que yo quería, no encontraba cómo hacerlos, entonces aparece OCESA, pero tardé en darme cuenta del potencial que ahí había”. Ahora, con 15 años en la empresa y 21 musicales, el retiro no está en sus planes.

Gilbert dice que un productor tiene que lidiar con muchas cosas, entre ellas el trato con actores. “Las vanidades, lo egos, muchas veces sientes que estás en un manicomio, pero hemos logrado una buena relación”.

En el camino correcto

Tina Galindo es la mujer que se ha encargado de fijar estos altos estándares en las producciones que presenta en el Teatro de los Insurgentes. Pero lo que hoy hace a la perfección, a Tina le tocó descubrirlo en su juventud.

“Me llamaba mucho la atención, yo pensaba que quería ser actriz, estudié teatro con Dimitrio Sarrás, después me di cuenta que por ahí no iba porque me daba pena, entonces me empezó a gustar la producción y tuve la suerte de encontrar gente que me ayudó mucho”, recordó Galindo, quien actualmente presenta Amor, dolor y lo que traía puesto, con Silvia Pinal.

La primera oportunidad se la dio la directora Nancy Cárdenas, con la obra El efecto de los rayos gamma sobre las caléndulas, con Carmen Montejo y Luisa Huertas; ahí trabajó como asistente de producción. Fue la propia Nancy Cárdenas quien la animó a producir al lado de Jorge Estévez, con quien trabajó algunos años, hasta que llegó uno de sus más grandes retos, dirigir el Teatro de la Ciudad, en 1976.

“Estaba muy jovencita, dije ‘¿cómo?’, lo acaban de inaugurar. Trajimos muchos artistas de afuera, todos querían estar en el Teatro de la Ciudad, es un poco lo que es el Auditorio ahora, llegamos a tener 62 eventos al mes”, explica Tina, recordando que mucha gente dudaba de su capacidad para llevar este recinto, por su edad.

Galindo dice que uno de esos fue el periodista Miguel Ángel Granados Chapa, que en una entrevista le comentó: “Esperaba encontrarme una persona mayor, es usted muy joven para dirigir un teatro”. A esto Tina respondió con un superávit de 800 mil dólares al final de su cargo. “El trabajo va haciendo que te respeten y se vayan fijando en ti”.

Al terminar su gestión en 1982, tuvo su primera experiencia en solitario como productora gracias a Carmen Montejo, quien la impulsó a producir una obra con la compañía Teatro de las Américas Unidas, la cual fundó Carmen con Luis G. Basurto.

Después hizo una pausa en la vida teatral y probó suerte en la representación de talento, con Daniela Romo, con quien además de recorrer América Latina, realizó espectáculos que fueron presentados en escenarios como el Teatro Blanquita. “Me gustó mucho porque Daniela es una artista muy moldeable, una persona que te hacía caso, disciplinada”.

Pero fue Emilio Azcárraga Milmo quien la encaminó por la labor que desempeña hoy, primero al darle la vicepresidencia Artística de Televisa, cuyo trabajo era realizar montajes en los teatros Jorge Negrete, Polyforum e Insurgentes, para que los actores de la empresa siguieran activos tras haber terminado su trabajo en televisión.

Ahora, a 15 años de distancia de haber tomado el mando del Teatro de los Insurgentes, Tina se siente muy satisfecha de su desempeño como productora y ver el recinto lleno.

FRASES

"Cuando recibo una agresión la transformo en un estímulo, digo ‘si fulano está enojado, es porque tiene envidia, si es así, es porque está bien hecho'"

Morris Gilbert, productor

"El teatro es para hacer obras con estrellas, es lo que quiere ver el público; la combinación: una buena obra con un buen elenco"

Tina Galindo, productora