Daniela Castro entra a la piel de una villana

CIUDAD DE MÉXICO (04/NOV/2013).- Primero es la calidad del personaje y luego el físico, así lo considera Daniela Castro, quien actualmente participa en el melodrama Lo que la vida me robó, producción de Angelli Nesma, en la que, a pesar de ser una mujer joven, da vida a Graciela, mamá de Montserrat (Angelique Boyer).

“Antepongo la calidad actoral, porque el físico te lo caracterizan, yo no le temo a las caracterizaciones. No me importa verme mal o verme fea, deforme; he hecho muchas caracterizaciones en mi carrera, lo que sí me importa es dar lo mejor de mí en cada actuación”, señaló Daniela.

En el melodrama, Graciela, esposa de Lauro Mendoza (Rogelio Guerra), es una mujer de doble moral, ante su familia ella es devota apegada a la religión, aunque en realidad es ambiciosa, un gesto que comparte con su hijo Dimitrio, a quien da vida el actor Osvaldo Benavides.

Tal para cual

Benavides da vida a un joven a quien las deudas lo han sobrepasado y está a punto de meter en serios problemas a su familia, primero al perder las escrituras de la casa de sus padres y luego al verse involucrado en un crimen.

El intérprete dijo ser un acérrimo crítico de su propio trabajo, por lo que prefiere no ver lo que hace, porque es muy duro con él mismo. “No veo ninguno de los capítulos en los que aparezco, evito hacerlo, mi trabajo es actuar y hacerlo lo mejor posible pero verme soy muy duro, y muy crítico y no me gusta. Me critico mucho, me caigo gordo, veo todos los errores, prefiero no sufrir y desde varios años para acá evito a toda costa ver las cosas que hago”, señaló el actor.