Claudia Ramírez, ''mi tirada es durar''

GUADALAJARA, JALISCO (17/MAY/2013).- La actriz Claudia Ramírez regresó a la televisión con personajes increíblemente fuertes. Hace poco la vimos en la polémica serie Infames, en el papel de la narcotraficante María Eugenia Tequida, que a más de alguno le remitió a la situación de violencia que vive el país. ¡Pero cómo!, pensamos, si Claudia era una actriz de rostro angelical que se dedicaba a actuar con su belleza, la primorosidad telenovelera que tanto nos gusta en México. Pues sí, es verdad y lo afirma la propia Claudia en esta entrevista, pero también encontró, por azares del tiempo… otra manera de hacer las cosas.

La actriz veracruzana de Rosa Diamante, Lo que es el amor y Demasiado Corazón, creció, hizo una vida, cuidó a sus hijos y, luego, desde otro lugar –fisica y espiritualmente– regresó a la televisión de la mano de Argos y Cadena Tres. Actualmente interpreta a Mercedes en la serie Fortuna, producida por Epigmenio Ibarra y basada en la tragedia del Casino Royale en el año 2011. La serie se estrenó el 22 de abril y es protagonizada por el actor tapatío Marco Treviño, la propia Claudia en el papel de Mercedes, Ana Ciocchetti y Andrés Palacios.

La intérprete se alejó de la farándula para dedicarse a su familia y ahora regresa con más años y experiencia, reflexiona sobre la transformación que han sufrido las historias que se cuentan en televisión. Hay que recordar que Ramírez trabajó muchos años con la empresa Televisa, a la que hoy volvería sin problema si le ofrecieran un buen papel.

Pero, señala, “de pronto la televisora pone el acento en que estés joven, que estés buena y tengas cuadritos en el estómago. Yo vengo a actuar, no a que vean mi cuerpo. Yo quiero interpretar personajes acordes con mi edad. Mi tirada es durar como actriz. Soy una mujer moderna y normal”. Quizá por eso, su relación con Argos ha generado frutos. “Tienen otros valores de producción”, señala Ramirez. “En este país: ‘Santo que no es visto no es adorado’ y bueno, fueron como 10 años de mi vida fuera del ambiente”, destaca. “Ahorita estoy concentrada en este proyecto, me han tratado muy bien, el ambiente es muy amable, no hay divas”.

Después de tanto alejada de la pantalla chica, le pregunto si no ha notado algún tipo de cambio en la manera de hacer televisión o contar historias en el país. Con optimismo responde que sí, y señala que en el ambiente artístico se ha logrado construir “historias para todos”. Le pregunto también, si el hecho de interpretar personajes “más reales” provoca que, como actriz, se identifique más con ellos. Duda, y luego señala que Mercedes, su personaje sólo se parece a ella en una cosa: la fuerza. “Creo que desde ahí se pueden identificar muchas mujeres actuales, que luchan por salir adelante”.

—El patio de tu casa es México, ¿cómo está ese patio?

—Está muy sucio, hay una carencia de libertad absoluta. Quisiera ver un patio más libre, más limpio y sin miedo, pero tenemos este tema de la seguridad. Creo que la libertad depende mucho de la educación y, por otra parte, nuestro optimismo no lo debemos perder. (…) Si bien, no estamos como en otras partes sí me da tristeza que a mi pueblo, Veracruz, no puedo ni ir de turista, no puedes tomar la carretera libremente, no puedes.

—¿Cuándo fue la última vez que diste “mordida”?

—No me acuerdo, no soy de esas cosas.

—¿Tu canción favorita?

—Soy mala para la música… me gustan los sones jarochos, el mariachi no.

—¿Y tu película favorita?

—Hay una inglesa en la que actuó Hugh Grant. About the boy. Es una comedia esperanzadora. También recuerdo como parte de mi vida Romeo y Julieta de Zefirelli, fue la película más inspiradora de la infancia.

—¿Qué es lo que te da esperanza?

—No me considero alguien que haga cosas “pro algo”, soy buena ciudadana, soy buena mamá, no soy muy participativa y, en lo individual, eso no necesariamente logra mucho.