Carlos Carrera, en la antesala del Ariel

CIUDAD DE MÉXICO (28/MAY/2012).- La 54a. entrega del premio Ariel, que se realizará este sábado, llegará sin dinero, con un presidente (Carlos Carrera) que termina su gestión en agosto y con un sector de la comunidad cinematográfica que no cree en la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).

Pero los jóvenes cineastas que se están incorporando al mundo del Séptimo Arte traen una postura favorable.

Iván Lowenberg, productor de Martha, cuya protagonista, Magda Vizcaíno compite en la categoría de Mejor actriz, dice: “Mucho se ha criticado que existen compadrazgos para nominar y a lo mejor es un mito. En nuestro caso no hubo nada de amiguismos”.

Actualmente la AMACC cuenta con cerca de 100 personas, entre las que se encuentran los cineastas Luis Estrada (El infierno), Carlos Bolado (Bajo California, el límite del tiempo) y Francisco Vargas (El violín). También actores como Diana Bracho, María Rojo, Daniel Giménez Cacho y Joaquín Cosío.

Recientemente se le permitió la entrada a productores. “Lo que queremos es que sea una Academia incluyente, donde estemos todos los sectores”, comenta Mónica Lozano, productora de Arráncame la vida, quien acaba de ingresar.

En la votación para elegir a los ganadores pueden participar más de 500 personas, ganadoras en su momento de la estatuilla. “Pero debemos nosotros hacer nuestra parte con responsabilidad, tomarse un tiempo y votar”, señala Michael Rowe, ganador en 2011 por Año bisiesto.

Con dignidad

Gustavo Loza, quien se ha declarado contrario a la Academia, aclara que una de las cosas negativas es la poca seriedad que se ve en la ceremonia. “Es la gala del cine nacional y va gente de huaraches y mezclilla a recibir un premio, no le dan la importancia y eso resta valor”.

En México, señala Carlos Carrera, el Ariel puede no ser considerado por los mexicanos, pero en otros países los toman con seriedad absoluta.

Reconoce que deben hacerse más proyectos, para que el premio salga al público. “De nada sirve una ceremonia con los puros cuates y que todo se centre en la industria cinematográfica, si no creamos público para el cine mexicano”.

Entre los proyectos que tiene la Academia, una vez contando con el presupuesto, se encuentran una publicación alusiva y un anuario, entre otras cosas.

Y no quitará el dedo del renglón para encontrar un mecanismo que permita que las cintas ganadoras tengan una nueva pasada en cines, sin olvidar que debe seguirse atrayendo a la comunidad a la AMACC.


Transmisión pendiente

En España, el premio Goya a lo mejor del cine ibérico se televisa en vivo por TVE, que a su vez es productora de varias cintas.

En México a las televisoras públicas no les atrae la ceremonia. Y cuando se les ha invitado, explica Carlos Carrera, piden quedarse con todo el dinero generado por publicidad. “Ponen condiciones inaceptables cualquiera de las dos (Televisa y TV Azteca)”, dice el cineasta.

“Nos dicen que ellos organizan la ceremonia con sus artistas, prohibiendo la presencia de actores de la competencia (que podrían estar nominados); que ellos la comercializan, ponen sus cantantes, conductores y se quedan con todos los ingresos de publicidad”, explica el también realizador de El crimen del padre Amaro. Canal 22 será, al menos todavía por este año, la única señal que difunda la ceremonia, aunque ya diferida.


NUMERALIA

Gran compromiso

4 Millones de pesos es lo que cuesta la organización de la entrega del Ariel.

6 Millones de pesos requiere la AMACC, para pagar sueldos, servicios y ceremonia.

11 Millones de pesos espera la Academia de presupuesto.

22 Estatuillas hechas a mano se entregarán. Cuestan, en total, un millón de pesos.