'Queremos que regrese la institucionalidad a Guadalajara WTC'

GUADALAJARA, JALISCO (12/MAY/2014).- “Lo que buscamos es recuperar nuestra empresa, la empresa que fundamos hace más de 26 años y que un profesionista sin ética nos quiere arrebatar con artimañas legales”, dicen Aurelio López Rocha y Eugenio Pelayo López, los dos principales socios individuales de Guadalajara World Trade Center,  quienes el viernes pasado publicaron un desplegado denunciando a los operadores de la maniobra.

“Estamos ejerciendo nuestros derechos como accionistas, queremos que se institucionalice su manejo y también alertar a otras empresas tapatías, sobre las formas de operar de estas personas, que abusan de la confianza e información de sus clientes”.

 Los señalados son Mario Humberto Torres Verdín y Jesús María Flores Ramos, cuyos despachos fueron contratados como asesores, legal el primero y fiscal el segundo; además, de manera personal fungieron como secretario del consejo de administración y comisario de la sociedad, respectivamente. Ambos, a decir de los denunciantes, además de abusar de la confianza, dividieron a los accionistas y con engaños pretenden quedarse con el control de la empresa, a través de artimañas legales, despojadas de toda moral y ética.

Torres Verdín, quien se asume al mismo tiempo director, presidente del Consejo de Administración y abogado general de la empresa, colocó a sus parientes en puestos clave para lograr sus planes. Flores Ramos, quien había sido designado comisario por la confianza que se le tenía, desde 2010 no informa ni vela por los intereses de todos los accionistas, como se lo exige la ley, sólo protege los intereses del supuesto director. A manera de ejemplo: estatutariamente la empresa está facultada para tener varios comisarios, a lo que se han opuesto sistemáticamente.

La historia

Guadalajara World Trade Center fue fundada en 1988, cuando México comenzaba a abrirse al exterior. Un grupo de empresarios que había participado en la construcción de Expo Guadalajara decidieron hacer esta empresa para impulsar el desarrollo del comercio exterior de la región Occidente.

Hoy la empresa opera la aduana de Guadalajara y Puebla, así como un ferropuerto en la zona industrial de El Salto.

Aurelio López Rocha fue presidente del consejo desde la fundación hasta el año 2010. Antes de salir del cargo, se contrató al ex secretario de Economía, Sergio García de Alba, como presidente ejecutivo; sin embargo, a raíz de las maniobras de los profesionistas denunciados, dejó el puesto antes de cumplir un año.

A partir de 2010, Torres Verdín, mediante argucias y esquemas legales se adjudicó el control de la compañía; se dejaron de hacer asambleas, y se hizo a un lado a los accionistas que no estaban de acuerdo con él. Sin que se haya rendido cuentas, se sabe de cuantiosos movimientos realizados a favor de sus despachos personales y algunos familiares, lo que hace imperativo transparentar la operación.

 “Destruyó la institucionalidad para construir un falso liderazgo, usando información privilegiada. Cuando Eugenio (Pelayo López) evitó que el señor se nombrara administrador general único, emprendió también cont ra él. Hoy la empresa se maneja lejos de los cánones institucionales, como una empresa familiar; esto es grave tratándose de una compañía estratégica para el crecimiento del comercio exterior; sobre todo porque se está perdiendo la oportunidad de llevar una empresa jalisciense a la Bolsa Mexicana de Valores, como era la idea planteada originalmente por los fundadores; perdió su perspectiva de largo plazo. Hoy el desarrollo de la empresa está detenido”, dice López Rocha.

 “Este no es un tema de mayorías, es un tema de transparencia, equidad  y justicia; estamos defendiendo nuestros derechos como accionistas; y sin institucionalización no es posible”, concluye Pelayo López.

EL DATO
Importancia

Guadalajara World Trade Center opera la aduana de Guadalajara y Puebla, así como un ferropuerto en la zona industrial de El Salto.