'¡Vámonos!', el México que enamora a Bernard Plossu

MADRID, ESPAÑA (21/MAR/2014).- Viajó por primera vez a México cuando tenía veinte años, sin saber que se convertiría en un fotógrafo profesional. Bernard Plossu se enamoró de un país al que volvió en tres ocasiones y que es el protagonista del libro "¡Vámonos!".

Con más de 300 imágenes, algunas de ellas inéditas, la obra publicada por Ediciones Turner en colaboración con la Fundación Televisa hace un recorrido cronológico por estos viajes que marcaron la vida del Premio Nacional de Fotografía de Francia, Premio Internacional de Fotografía FARC y premio PhotoEspaña 2013.

La idea de poner en orden los viajes partió de Salvador Albiñana, quien ha incluido también en la obra once textos publicados por primera vez en español y que cuenta con la colaboración de destacados autores que hacen una introducción dedicada a cada uno de los viajes.

"El libro ha salido como un milagro", comentó a Plossu para quien se trata de una obra "muy ambiciosa. Son imágenes de juventud", las primeras de las cuales hizo sin tener ni idea que en un futuro se convertiría en fotógrafo.

"Yo vivía en París y una parte de mi familia vive en México, donde me mandaron para hacer unos estudios que nunca realice. Allí encontré un grupo de hippies norteamericanos y me fui con ellos; fue una vida muy diferente de la que hacía con mi familia".

A México llegó con la influencia de la mirada de la Nouvelle Vague de François Truffaut, Jean-Luc Godard, de Luis Buñuel, y allí hizo "imágenes sin ningún artificio. Mi cultura no era filosófica ni matemática, era la cámara a la espalda", señaló Plossu a quien le gusta la definición de "fotógrafo al aire libre".

México le apasionó al instante y conocer aquellos paisajes que salían en los western americanos, ver que eran reales, fue el primer impacto que tuvo al llegar a un país que le "sorprendió mucho". Para mí se trata de un lugar algo surrealista".

El libro deja muy claro un aspecto de una juventud libre que vive intensamente, reflejada en el primer viaje que realizó Plossu en 1965, pero también muestra la mirada de un fotógrafo más maduro en viajes posteriores en 1970, 1974, y 1981, en que tomó otro tipo de imágenes.

"Son fotos sociales de lo que pasa en México, un homenaje a la vida dura de la frontera. Una parte del libro es totalmente social y en ella no se refleja la libertad de los años hippies. El conjunto de los dos grupos de imágenes son los que hacen para mí el México entero".

Fotógrafo para el que no existen fronteras "sino cambios de olor", confiesa que aunque la India "es el viaje de viajes" él se sintió extranjero mientras que en México tiene "muchos amigos" y se siento "un poco de allí".

De origen vietnamita, Plossu ha recorrido numerosas partes del mundo con su cámara de 50 milímetros y siempre lo ha hecho con la mirada "de un viajero. Esa es la llave de ver el mundo, de ver qué pasa".

Se considera "un autor, no un artista. Soy un autor que hace fotos como un escritor que toma notas, de arte nada. Hay gente que dice que mis fotos son artísticas, pero yo para nada soy artista. Mi profesión es la de fotógrafo, no la de fotógrafo-artista".

Confiesa que a veces no sabe si es él quien está haciendo las fotos o son las fotos las que le hacen y cree que sus imágenes gustan "porque no son de moda. No están hechas para gustar, son de verdad, no siguen una corriente determinada. Las de los años sesenta están hechas igual que las que tomó ahora. Es como el cine, una buena película es para siempre".

En su opinión esto le permite hacer su trabajo con una libertad total, "el tiempo no pasa y mi forma de trabajar es la misma que cuando empecé", señalo Plossu al que el Museo de Arte Moderno de México dedicará el próximo agosto una exposición. En ella se mostrarán alrededor de 150 imágenes seleccionadas entre las que componen "¡Vámonos!".