Tangos exquisitos en honor a Juan Gelman

GUDALAJARA, JALISCO (04/DIC/2014).- Por fin la música argentina a su máximo nivel: los tangos llegaron a la Feria Internacional del Libro (FIL) en honor a Juan Gelman.

La guitarra y el contrabajo le dieron la bienvenida al bandoneón de Rodolfo Mederos, en una noche exquisita para los más exigentes gustos.

Puntuales a la cita, Rodolfo se montó el instrumento en su pierna izquierda, y con la solemnidad de quien se siente orgulloso de tener a Óscar Chávez como escudero, juntos trastocaron los sentidos de los cientos de tapatíos, al concluir los trabajos del quinto día de actividades de la Feria.

Aunque las sirenas de patrullas interrumpían, el argentino tomaba una pausa para decir que así como la literatura requiere de luz para ser leída, “la música necesita del silencio para ser escuchada. Ustedes merecen respeto y la música también, para que pueda ser puesta en sus corazones”.

Mientras la Avenida Mariano Otero era escenario de la desesperación de conductores, los pitidos a veces cedían para que se interpretara La Biblioteca o Don Goyo.

“Hoy me preguntaba un reportero que qué era lo que más me gustaba de México, y yo dije que me gusta su cultura, sus costumbres, sus comidas... pero lo que más me gusta de México, y lo digo sin demagogia, es que me hacen sentir en mi propia casa”.

Después, Óscar Chávez salía tras bambalinas, para entonar canciones en honor a uno de los poetas que mejor retratan con su obra la dictadura militar y el exilio que tuvieron que vivir los argentinos, luego del golpe de Estado. La poesía de Gelman se hizo presente, y con ello, lo más denso de Argentina se ha instalado en la FIL en lo que resta del festival literario.