Juan Gelman un poeta sin par

GUADALAJARA, JALISCO (03/DIC/2014).- Apenas transcurrían dos semanas de este año y el poeta argentino Juan Gelman —nacido en Buenos Aires, Argentina, en 1930— moría en la capital de nuestro país, donde fijó su residencia definitiva tras salir de su patria debido a la dictadura militar que tomó el poder en 1976 y que, como a miles de sus compatriotas, le convirtió en víctima directa al sufrir la pérdida de dos de sus hijos.

Hijo de inmigrantes rusos, creció en el barrio bonaerense de Villa Crespo y se inició en la poesía desde temprana edad, orientado por su hermano Boris; con los años, abandonó su carrera de Química para dedicarse por completo a las letras y desarrolló una larga y fructífera carrera en la que también se desempeñó como periodista.

Conocida es la historia de la recuperación de su nieta pues, tras el arresto de su hijo y nuera embarazada, inicia una investigación que desemboca en el hallazgo de su nieta el año 2000, tras una lucha pública que trasladó a diversos frentes a nivel internacional, con el apoyo de diferentes intelectuales y escritores, entre los que figuraron los Premios Nobel Günter Grass, José Saramago y Darío Fo.

Poesía que pone el cuerpo

Por casi seis décadas, la escritura de Gelman se distinguió por un acendrado contenido social pero, asimismo, por un decantado oficio donde cupo el habla cotidiana y la experimentación formal, al grado de que sus poemas merecieron el favor unánime de la crítica en nuestra lengua e incluso en otras, pues su obra se ha traducido a más de una decena de idiomas.

Afiliado a las juventudes comunistas desde la adolescencia, no es extraño que su trabajo esté marcado por el compromiso social y político, aunque nunca alejado de la experiencia mundana que delata sus cualidades de observación pues, como alguna vez dijo Elena Poniatowska, la poesía del argentino siempre trató sobre “poner el cuerpo” ante las cosas y los eventos, algo que se confirma por la legión de lectores que cosechó con los años.

Un amplio legado

Gelman obtuvo en 1997 el Premio Nacional de Poesía en Argentina, el Premio Juan Rulfo que concede la FIL de Guadalajara en el año 2000, el Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde en 2004, un año después los premios de poesía Pablo Neruda (en Chile) y Reina Sofía (en España) y, en 2007, el Premio Cervantes, máximo galardón literario en lengua española.

De su vasta obra poética destacan libros como “Violín y otras cuestiones” (1956), “En el juego en que andamos” (1959), “Gotán” (1962), “Cólera Buey” (1965), “Los poemas de Sidney West” (1969), “Fábulas” (1970), “Salarios del impío” (1993), “Sombra de vuelta y de ida” (1997), “Incompletamente” (1997), “Salarios del impío y otros poemas” (1998), “Valer la pena” (2001), “País que fue será (2004), “Mundar” (2007), “De atrásalante en su porfía” (2009), “Bajo la lluvia ajena” (2009), “El emperrado corazón amora” (2011) y “Hoy” (2013).

SABER MÁS

Una jornada en su honor

> Rodolfo Mederos Trío: Homenaje a Juan Gelman / Miércoles, 21:00 horas, en el Foro FIL. Entrada: gratuita

> “Amaramara”: Homenaje a Juan Gelman / Jueves, 17:30 horas. Se presentará el último libro de poemas de Gelman, “Amaramara” (La Otra, 2014), que contiene ilustraciones –seleccionadas por el poeta– del pintor mexicano Arturo Rivera. Sede: Salón 1, planta baja.