El escritor por la paz

GUADALAJARA, JALISCO (01/DIC/2013).- Tras la muerte de un hijo, no hay manera de quedarse con los brazos cruzados. El escritor, periodista y ensayista israelí David Grossman, no lo hizo. Si acaso se volvió más insistente en su agenda política por la paz, y ha concentrado sus esfuerzos en evitar una eventual guerra entre Israel y Palestina, o entre Israel e Irán.

Grossman tampoco ha dejado de escribir. Busca incisivamente desenmarañar el sentimiento contenido en un país hecho de una “armadura sin ninguna persona dentro”, como ha dicho para referirse a su lugar natal, donde vive una gran familia acorazada por el delirio permanente de la guerra.

Estudió filosofía y teatro, pero desde inicios de su carrera trabajó como reportero para una estación de radio. Después hizo un reportaje para un semanario sobre los campos de refugiados palestinos, así como la vida cotidiana interrumpida de esa población, donde mostró a su pueblo las atrocidades que se cometían en el nombre de Israel. Su misión por la paz estaba comenzando.

Su visión periodística conjuga su intensa narrativa emocional que desnuda el estado anímico de sus personajes con la ferocidad de las tragedias verídicas, marcadas en hechos bélicos como el Holocausto, la Segunda Guerra de Líbano o la invasión israelí de la Franja de Gaza.

Ese espíritu reporteril también lo lleva a vivir las historias de primera mano. En febrero de 2004, Grossman caminó durante días por la frontera entre Israel y Líbano para escribir un libro sobre una mujer cuyo hijo está a punto de participar en una operación importante durante su servicio militar. Rentaba cuartos para dormir y se enfrentó a algunos peligros naturales, como jaurías de perros salvajes y jabalíes. Su mayor miedo era, no obstante, encontrarse con terroristas de Hezbolá, que amenazaban con invadir Israel. Todas sus premoniciones regresarían para darle un golpe en donde más duele.

David se inició en la literatura escribiendo para el público infantil, con su primer libro “Duelo”. Está casado con una psicóloga infantil y es un hombre de familia. La violencia le arrebató un pedazo de vida cuando falleció su hijo Uri, mientras participaba en una operación militar durante la Segunda Guerra de Líbano.

Si algo le obsesiona a Grossman, en su literatura, es la estrechez de las categorías. Le gusta tener una prosa rica de matices, libre de clichés. Incluso, la constricción del lenguaje le preocupa, aunque no más que la idea que su activismo político pueda devorar su arte. Quizás eso último es inevitable, pero también necesario.

A través de su oratoria y de su prosa, David Grossman continúa llamando enfáticamente a la conciencia colectiva de Israel. Es un defensor de la paz y los derechos humanos. Se opone a cualquier intervención bélica de su país. Por eso cree que no se puede permitir la pasividad social ante las decisiones equívocas de los gobernantes de su nación y de otras del Medio Oriente. Las guerras las convocan los mandatarios, pero las pagan los hijos. Su sensatez podría hacer eco en otros lugares que atraviesan circunstancias extremas, como México.

Carta de David Grossman a su hijo, muerto, Uri Grossman

Mí querido Uri: Hace tres días que prácticamente todos nuestros pensamientos comienzan por una negación. No volverás a venir, no volveremos a hablar, no volveremos a reír. No volverá a estar ahí, el chico de mirada irónica y extraordinario sentido del humor. No volverá a estar ahí, el joven de sabiduría mucho más profunda que la propia de su edad, de sonrisa cálida, de apetito saludable. Faltarán a partir de ahora su buen corazón. No volveremos a contar con la infinita ternura de Uri, la tranquilidad con la que apaciguaba todas las tormentas. No volveremos a ver juntos '' Los Simpson'' o ''Seinfeld'', no volveremos a escuchar contigo a Johnny Cash ni volveremos a sentir tu fuerte abrazo. No volveremos a verte andar y charlar con tu hermano mayor, Yonatan, gesticulando con ardor, ni volveremos a verte besar a tu hermana pequeña, Ruti, a la que tanto querías.

Uri, mi amor, durante tu breve existencia, todos aprendimos de ti. De tu fuerza y empeño en seguir tu camino; incluso, aunque no tuviera salida. Seguimos, estupefactos, tu lucha para que te admitieran en los cursillos de formación de jefes de carros de combate.

No cediste a la opinión de tus superiores, porque sabías que podías ser un buen jefe y no estabas dispuesto a dar menos de lo que eras capaz. Y cuando lo lograste, pensé: he aquí un chico que conoce sus posibilidades de manera sencilla y lúcida. Sin pretensión, sin arrogancia. Que no se deja influir por lo que dicen los demás de él...

PARA SABER

Obras más conocidas

> Véase: Amor, (1986)

> El chico zigzag, (1994)

> Llévame contigo, (2002)

> Más allá del tiempo, (2011)

> El abrazo, (2013)

ACTIVIDADES EN LA FIL

Día: Domingo 01 de diciembre

Hora: 12:00 a 13:50

Lugar: Auditorio Juan Rulfo, planta baja, Expo Guadalajara

Actividad: Apertura del Salón Literario. Diálogo entre Mario Vargas Llosa y David Grossman

Participa: Grossman, Mario Vargas Llosa

Modera: Juan Cruz

Día: Lunes 02 de diciembre

Hora: 17:30 a 18:20, Salón 1, planta baja, Expo Guadalajara

Actividad: Programa Literario. Descifrar el mundo: la literatura y la imaginación de los niños

Participa: David Grossman

Presenta: José Gordon

Día: Jueves 05 de diciembre

Hora: 18:30 a 19:20, Pabellón de Israel, País Invitado de Honor

Actividad: Programa Literario. Israel a cuatro voces: conversaciones de Silvia Cherem, con David Grossman, Etgar Keret, Amos Oz y A. B. Yehoshua