El duelo, en voz de Andrés Neuman

GUADALAJARA, JALISCO (25/NOV/2012).- El poder de Ezequiel no se entiende al contemplarlo sin ropa, dice Elena, personaje de la nueva novela de Andrés Neuman, quien leyó fragmentos del título "Hablar solos". Y el autor argentino no se entiende sin el humor y sin "sus referencias a la música de The Beatles", dice el narrador y periodista Antonio Ortuño.

Andrés Neuman presentó la tarde del domingo su reciente entrega literaria en el marco de la edición 26 de la Feria Internacional del Libro (FIL). El argentino estuvo acompañado por Antonio Ortuño, quien lo comparó con un ajedrecista por la competitividad y la capacidad de improvisar, "denuncia del talento natural".

En "Hablar solos", explicó Neuman, no existe un español neutral, ya que en la novela hay un intento de reflejar las diferencias de la lengua y un énfasis en describir los paisajes. El argentino, radicado en España, agregó que el escritor necesita aprender a escuchar y él aprendió a hacerlo en el seno de su familia, la mayoría músicos.

Para Neuman, "Hablar solos" tiene tres formas: pensamiento -el niño-, oralidad -el padre-  y la escritura -la madre, es decir Elena-. "Cuando uno construye un personaje tiene que tomar decisiones sobre la puntuación", expresó el argentino y sus elecciones están presentes en la voz de los personajes de su reciente novela.

Del personaje de Elena, Neuman detalló que ella es una coleccionista de belleza y es una cleptómana de citas literarias. "La lectura, en Elena, no es un acto intelectual, es un acto de supervivencia", describió el argentino.

El dialogo entre Andrés Neuman y Antonio Ortuño fue el de dos amigos, quienes compartieron con los asistentes al Salón 3 anécdotas sobre su vida personal como la muerte de un ser querido, los juegos, las borracheras y hasta los actos heroicos como evitar el ahogo de un conocido.   

Neuman explicó que "Hablar solos" es "un ejercicio fantástico, literariamente fantástico porque si somos estrictos no podemos hablar solos porque siempre contesta alguien, esa respuesta puede provenir de uno de nuestro diversos yo".

El dialogo también se abrió para el público. Una de las preguntas hechas fue cómo improvisar en la vida. Y la respuesta de Neuman fue: el humor, ya que gracias a él se vence el plan.  

Para el argentino, el duelo y el deseo tienen lugares comunes: la culpa y el cuerpo del otro. Estos lugares comunes están descritos en su novela: "Hablar solos".

EL INFORMADOR / MAYRA TORRES DE LA O