El cartel: amor al cine a primera vista

GUADALAJARA, JALISCO (01/DIC/2011).- La nostalgia del séptimo arte en México. Esos años de grandeza con filmes de Julio Bracho (el director), con grandes actores como Ernesto Alonso, Eduardo Noriega y Manolo Fábregas, así como las divas Miroslava, Angélica María y la misma María Félix. Todas esas memorias de las salas de cine públicas con mil butacas, se conservan en una imagen, el cartel cinematográfico: el amor al cine a primera vista.

Pensando en ello, Conaculta e IMCine colaboraron con el crítico de cine Carlos Bonfil, para realizar un libro compilatorio de todos esos carteles que abrieron la expectativa de los cinéfilos y los atrajo a la pantalla grande. El libro titulado “¡Hoy grandioso estreno! El cartel cinematográfico en México” recoge los 146 mejores representantes de rótulos, desde los inicios del cine mexicano hasta 2009, en los cuales se podrá apreciar el cambio de técnicas a través del tiempo, cómo pasaron de la ilustración y las caricaturas, a la fotografía y los beneficios tecnológicos.

Sin duda la industria cinematográfica en nuestro país se ha visto envuelto en altibajos. Por ello, algunos carteles que representan grandes fracasos en taquilla se desvanecen de los recuerdos y terminan empolvados en las cinetecas. Teniendo lo anterior en cuenta, Bonfil, el crítico, manifiesta “Sin duda, muchos de los carteles aquí recogidos son mejores que las películas que promocionan”. Eso le da un valor agregado a la antología: apreciar los beneficios artísticos que deja una cinta no tan exitosa.

¿A favor de la piratería?
Hablando de los viejos recuerdos del cine en México se llegó al tema sobre la situación actual de esta industria. Uno de los presentes en la muestra del libro consideró que actualmente no se ve buen cine, a lo que Carlos Bonfil consideró:

“La gente sí ve cine, pero en películas piratas. El supuesto combate a la piratería es vacío si no se propone una exhibición alternativa, una red de cineclubs que exhiban las mismas películas que esta proponiendo la piratería”.

Ahora, las producciones apócrifas ofrecen una mejor gama de cine que las salas industrializadas dedicadas a la reproducción de este arte. “Si el gobierno y las instituciones culturales quieren cumplir su función”, continúa el compilador, “no debe tomar medidas represivas, sino crear una cadena nacional de nuevas cinetecas a precios accesibles. Sólo así se promoverá un cine de calidad y el nuevo cine mexicano. De lo contrario se volverá una lucha tan estéril como la declarada al crimen organizado”.

Bonfil se declaró en contra del comercio ilícito de filmes, mas les ofreció a los presentes una respuesta para cada que escuchen la pregunta ¿Qué le estás enseñando a tus hijos al comprar piratería?: “Esta es la única forma de acercarlos al cine de calidad, y lo que les estoy enseñando es a reclamar a las autoridades una alternativa a esa piratería”.

EL INFORMADOR / RUBÉN GIL