Abren las flores de Eunice Adorno

GUADALAJARA, JALISCO (17/NOV/2011).- Las flores están en los nombres, en sus jardines, en sus vestidos, en sus muebles, en sus trastes y en sus camas recuerda la fotógrafa Eunice Adorno (Ciudad de México, 1982), quien durante dos años se dedicó a retratar la vida cotidiana de las mujeres de las comunidades menonitas de Zacatecas y Durango. Esta serie, ganadora del Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez 2011, será expuesta por primera vez en Casa Escorza con lo que comienzan las actividades de la Feria Internacional del Libro (FIL) 2011.

La exposición titulada Mujeres flores, inaugura hoy a las 20:30 horas, y está integrada por 20 imágenes. Sin embargo, el proyecto se compone por un centenar de fotografías presentadas en un libro, editado por el sello español La Fábrica, el cual se presentará el 2 de diciembre, a las 13:30 horas, en el Salón Mariano Azuela, de la Expo Guadalajara.     

“Las  flores son algo muy elemental en su forma de vida y son una idea de vida muy linda”, expresa la fotógrafa, quien explica en entrevista que “este proyecto fue sumamente personal. Era un interés mío de viajar y de conocer otra cultura y a ellas”.

Ese ambiente de las mujeres menonitas también le permitió a Eunice Adorno encontrarse y recordar su infancia, ya que ella creció en una familia cristina, donde La Biblia y otros elementos eran parte de su entorno.

La fotógrafa señala que al principio fue complicado entrar a las comunidades, pero logró hacerlo a partir de una charla con el gobernador menonita, en la cual le explicó su proyecto y su intención de retratar a las mujeres.

Para este proyecto, la fotógrafa contó con una beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) y actualmente tiene una residencia artística en Nueva York en el International Studio Curatorial Program.  

Eunice Adorno comenta que ahora retrata paisajes. Destaca que llegó a la fotografía muy chica, “y desde entonces me di cuenta que me interesaba el documental”.    

“Me interesaba fotografiar algo más cotidiano y de total respeto a la comunidad. Así entré y me encontré con las pocas mujeres que hablan español porque muchas hablan alemán bajo, entonces fui conociendo a mujeres que me llevaban a otras. Fue como un lazo de amistad y de compartir fotos, sus vidas y estar con ellas; al principio fue así hasta que poco a poco empecé a sacar la cámara”, dice Adorno.     

Agrega que en el proyecto también rescató objetos: “Fue trabajar muy libre, sin pensar que eso no tenía nada que ver, sino al contrario fue encontrar esos detalles que a mí me gustan mucho”, dice Eunice Adorno.   

La increíble tranquilidad

La artista, radicada en Nueva York, comenta que le sorprendió la aceptación de la comunidad, lo cual “hizo que comenzará a fotografiar algo que es muy general en los humanos, que es el amor, la amistad, las reuniones y eso fue lo que hizo, aún con todas las diferencias que tenemos, que me sintiera como en casa”.

Destaca que existe un lenguaje común, mismo que se puede apreciar en un apartado del libro, donde las mujeres presentan a partir de fotografías  a sus maridos muertos. “Era compartir la vida y en eso no importa mucho las diferencias”.

Señala la violencia del Norte del país ha provocado una mayor distancia de la comunidad menonita y ella, pese a esta situación que se vive en estos dos estados, Adorno los eligió  porque ahí están las comunidades más conservadoras menonitas.

Aunque, el proyecto ya concluyó, la fotógrafa buscará entregar el libro, “que es uno con mucho respeto hacia ellas –las mujeres menonitas- y resalta momentos muy lindos de esa comunidad en medio de una zona que está en conflicto porque están en Durango y en Zacatecas.

Al final también es una muestra de estos paisajes de México, que llegan a ser imposibles de creer, porque la gente vive muy tranquila”.